04 mayo 2008


ELESDI

Hola otra vez, hoy entro con un titulo aparentemente críptico, pero en cuanto nos introduzcamos en el tema no lo será tanto.

Hoy voy a introducir una nueva efeméride en la historia. La muerte el 30 de Abril de 2008 de Albert Hofmann, algunos os preguntareis ¿Quién es este individuo al que tanta atención presta carlos63?

La respuesta es que fue el inventor de la “dietil amida del acido lisérgico”, dicho en otros términos LSD (de ahí el título) o “tripi”.

El buen señor, ha tenido a bien morirse a los 102 años. Me pregunto si el “acido” habrá sido el causante de dicha longevidad. Tal vez, siendo su inventor ha sabido administrarse las dosis correctas para conseguir, tal vez sin saberlo, esa larga vida.

Ahora viene esta frase:

No se le ocurra a nadie hacer pruebas en su casa, esto es un artículo especulativo sin ningún valor científico.


Recuerdo, en tiempos muy lejanos, cuando era joven, haber tenido alguna experiencia al respecto. Lo confieso porque nunca hice nada malo ni reprochable y si es delito, ha prescrito, ja, ja, ja.
Había como en todo, gente que se pasaba tres pueblos incluso algunos se quedaron “colgados” de por vida. Incluso me contaban experiencias alucinatorias, cosa que a mí no me llego a ocurrir, siempre fui muy comedido con la cantidad. Siempre me ha gustado experimentar las grandes facultades de nuestra mente.

Sí observe algo que me fue… digamos llamativo. En pequeñas dosis, aumentaba en mucho la percepción de mis sentidos. Era sorprendente, veías una realidad que a nivel de tu consciencia normal pasaba desapercibida. Pero sin embargo, estaba sucediendo.

Despertaba una percepción, que algunos tacharían de paranormal, pero no, de paranormal no tenía nada.

A lo mejor, no tenemos tiempo suficiente o nuestros parámetros mentales de lo normal nos impiden ver ciertos detalles. Por eso, el necesitar de una sustancia que nos libere la mente, para ser capaces de ver lo que está ahí y somos incapaces de ver.

Ciertamente, la sensación después de la experiencia era como de un relax mental. Tal vez, había liberado algo en mi mente que de forma inconsciente quedaba grabado en el día a día y que en cierta medida sometía a mi cerebro a algún tipo de presión.

Estas experiencias me enseñaron a buscar en la realidad que permanece aparentemente escondida. Ver lo que no ves, si lo sabes buscar.

Era algo muy interesante para experimentar, pero muy peligroso. La vida normal no se puede compatibilizar con estas cosas por muy atractivas que parezcan, y todos conocemos el peligro de las drogas.

De cualquier forma yo sí saque unas conclusiones muy positivas. “Si aprendes a abrir tu mente y a observar la realidad, no te hara falta ninguna sustancia psicotrópica para alucinar”.


Muchas veces me rio cuando veo a los chamanes de las tribus metiéndose esos “canutazos” de un polvo blanco y luego hablando con los dioses y animales. Pero después de las risas viene la reflexión. Tal vez, puede que sea así. Tal vez, por eso hemos sobrevivido como especie y ahora que hemos perdido esa percepción seamos capaces de desaparecer.

Tal vez, el señor Hofmann ha vivido tantos años por limpiar su mente. Tal vez, ya no le hacía falta el LSD y su cerebro había aprendido a descargarse. Tal vez, es nuestra mente la que nos ponga límite a nuestra existencia. Ella es la que nos da el conocimiento de nuestra vida y puede que ella sea la que nos dé el punto final.

En cualquier caso, no os pongáis a “tripar” como locos, las drogas son malas y en estos casos si no estás preparado incluso peligrosas. Simplemente relájate y usa tus sentidos, no quieras buscar lo que vas a sentir, deja que tus sentidos funcionen por si solos y verdaderamente alucinaras.

Aquí os dejo un enlace a Wikipedia realmente interesante sobre el tema.

Realmente las repercusiones científicas del descubrimiento no las conozco en profundidad, pero a mí me sirvió para sacar conclusiones, que tal vez y solo tal vez sin él, se me habrían pasado por alto.

Saludos.