12 diciembre 2009

MORIR DE HAMBRE PARA NADA


Si como podéis imaginar me refiero a la activista saharaui, Aminatu Haidar.




Este es un claro ejemplo trágico de cómo se suelen tratar los temas, digamos “difíciles”. Como desde los medios de comunicación y desde la política, se desvía la atención de la raíz del problema.


Parece que todo se reduce a que Haidar vuelva con su familia y que por supuesto no se nos muera. Sería un verdadero problema donde enterrarla.


Incluso, según las informaciones difundidas por la prensa, parece que ese es el único objetivo de esta señora, volver a su tierra. Objetivo totalmente razonable por su parte.


Como decía parece que, desde España, desde EEUU, desde la ONU y desde todos los organismos internacionales, solo importa que Aminatu vuelva a comer. Pero nadie presiona a Marruecos para que cese con los abusos que vienen cometiendo, sobre el pueblo Saharaui. Desde 1976 en que España abandono el Sáhara Occidental tras la invasión marroquí con la famosa “marcha verde”, los saharauis son un pueblo maldito y molesto para Marruecos al que gustaría poder exterminar.


Me recuerda demasiado al conflicto Judío-Palestino.


Por cierto, invasión permitida por el resto del mundo, incluidos los que ahora quieren dar de comer a Haidar.


Esta señora debería de cesar en su huelga de hambre. Si muere le hace un trágico favor a su pueblo y un gran favor a Marruecos. Ya ha conseguido recordar al mundo que los saharauis existen y que están encarcelados en su propia tierra. Que Marruecos se anexiono de forma ilegal de un territorio que no es suyo. Que debería existir un estado llamado República Arabe Saharaui Democrática.


Ahora Aminatu tiene las condiciones internacionales necesarias de reconocimiento para luchar por su pueblo. De esta manera, viva, si sería un problema serio para sus opresores y poder luchar por su libertad y la de todos los saharauis.


Señora Haidar, no muera de hambre para nada, coma y luche.