03 marzo 2010

LOS MISERIAS, LOS MISERABLES

Hola de nuevo, mientras mi mujer facebouquea, estoy en el sofá frente a mi netbook y estaba recordando la desazón de mi amigo y colega Europides. Se encuentra algo descorazonado porque a pesar de nuestros esfuerzos, los nuestros y los de muchos, nada cambia, o al menos eso parece.

Muchas veces nos excedemos en cargar las tintas sobre los políticos y olvidamos las críticas hacia el resto de la humanidad.

Lo que podemos achacar a los políticos es ser el peor reflejo de nuestros defectos.

Solo tenemos que salir a la calle y analizar el comportamiento de la gente, o de los amigos, o de los vecinos.

Estos días gracias al dictocrata venezolano Chávez, he recordado el perfil de gente que he conocido y en ocasiones, y por desgracia, he tenido que soportar.

Es una extraña mezcla, entre listo y estupido. Nunca se donde empieza y acaba cada una de sus “virtudes”, ni cual de las dos domina en su comportamiento. Tal vez, sea una perfecta simbiosis entre ambas, para conseguir sus objetivos que culminan en una gran meta: EL EGOISMO y la autosatisfacción.

Siempre he pensado que es una reacción a su sabida pero negada incapacidad. Suelen ser personas que niegan sus defectos, acentuando los de los demás y de esta forma desviar de la atención de los que tienen la desgracia de convivir con ellos, y sobre todo de la propia. Sus miserias.

, son esos seres miserables, que justifican sus acciones. Los que consideran que las desgracias ajenas son merecidas por meritos propios. Los que culpan a los demás de sus “justificadas” putadas para enaltecer sus egos cara al resto de los que los soportan. Los que gozan de usurpar los meritos de los demás para sentirse triunfadores. Los que solo tienen amigos a través de una mera transacción mercantilista. Los que solo saben engañar a los demás para engañarse a si mismos. Los que compran el cariño para sentirse queridos.

Coño, esto ya parece aquel anuncio de Coca Cola que tanto juego dio a los powerpoint.

Para que seguir con la lista, seguro que ya habéis identificado a alguien. Esto me ha traído a la memoria mi anterior post. Algunos rescatasteis esta frase “No perder el tiempo con quien no lo merezca”.

Tal vez si lo hacemos así con estos individuos, consigamos aislarlos y a lo mejor, solo a lo mejor, conseguimos poner una piedrecilla para que las cosas empiecen a cambiar. Y sobre todo consigamos vivir más felices y tranquilos.

Mientras este perrillo mira atónito a los humanos que se cruzan en su camino sin acabar de entender el porque es el mejor amigo del hombre.

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Un abrazo a todos menos a ellos, claro.