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08 marzo 2009

NADIE ME JODIO UN FELIZ DIA DE PLAYA.

Hola a tod@s, hoy he pasado un agradable día con mi familia. Por fin, el sol y una temperatura que te empujaba a la calle.

Ya todo olía a Fallas y las niñas pedían petardos. Bajamos a la calle directos a la paraeta (kiosco), hacemos cola y me dice mi hija mayor (9 años): “Papa nos han dado una charla en el colegio sobre tirar petardos”, ya lo sabía pero la criatura quería hacerme participe de sus conocimientos por enésima vez. Le digo, ¿queréis pompetas? Nooooo, fue su respuesta. Me dice esas se pueden tirar a partir de los 12 años. JA, JA, JA, vuelve a mi mente la estupidez de los legisladores. Por Dios hay gente más peligrosa tirándose pedos.

Como siempre se legisla desde el desconocimiento, estos europeos son unos “cagaos”. Lo que hace falta es que los padres enseñen a sus hijos a tirar petardos y no hacer la dejación de funciones a las que se está habituando la mayoría de los mismos.

Bueno reflexiones aparte, con el alborozo de las niñas comenzamos la particular “mascletá infantil”, tan buen día hacia que decidimos irnos a la playa a comer una paellita de marisco. A la mierda la crisis, como decimos en Valencia “els diners y els collons per a les ocoasions” (los dineros y los cojones para las ocasiones).

Tras una llamada cogimos un taxi (por aquello de la sangría y lo de si bebes no conduzcas). Por fin, teníamos el mar de fondo.



Para abrir el apetito, un Martini blanco tocadito de ginebra en un vaso para llevar. Había tiempo para acercarnos a la playa hasta que estuviera la paella lista. A los pies de un dudoso monumento de colores, decorado por esa mierda de artistas urbanos con problemas de identidad que han de ir cagando todo lo que ven, me tumbe al sol.





Que placer, el sol, el calorcito en el cuerpo, el aire acariciando mi gorra fallera de “San Miguel”, había valido la pena llegar hasta aquí aunque saliera con 60 € menos de la tarjeta.






De fondo, el murmullo del mar y los petarditos de mis hijas. Mi mujer al loro de que no se quemaran disfrutando de la temperatura.






De pronto vino a mi mente una conversación con alguien la noche anterior me recordó algo: “el valor de la amistad”. Esto me recordó a otro amigo que me decía “mientras jodan a dos metros de ti…”, que razón tenía.

Después de lo sufrido hace un tiempo, me sentí algo imbécil. Nunca podrá decir nadie, menos un amigo, de mí, que mire a otro lado cuando ni siquiera alguien jodío a dos o más metros de mí.


Como se suele decir jodido pero contento.

Giro mi cabeza y veo a una parejita con el “calentón” de los 16. Me viene a la cabeza la nueva ley del aborto. No entro en la parte moral de cuando empieza la vida, pero sí recuerdo que no se puede fumar ni beber con menos de 16 años. Me queda un consuelo, si mis hijas el día de mañana se quedan embarazadas, no tendrán que abortar de tapadillo, no tendrán que tomar una decisión, solas, que el día de mañana puedan arrepentirse, en un sentido o en otro.

Me cago en una ministra “pija” que parecía inexistente y habla para dar un golpe político-mediático y tapar la cagada económica del gobierno. Ahora cristianos y ateos tienen con qué entretenerse. Ya tenemos paginas y horas de prensa, radio y televisión para tapar lo que se nos viene encima.


He de aclarar que el argumento anterior se lo he oído a la Aguirre, pero lo utilice unas horas antes en el foro de 20minutos, escrito esta. La que ha copiado ha sido ella, je, je, je.

De pronto me digo vale, todos a la mierda, del primero al último, no me van a joder nuestro día. Recuerdo que venía a comerme una paellita que ya debía estar a punto. Deje mi estado de lagartija, me levanté y me dirigí con mi familia a disfrutar de la paella y de un feliz día de playa.






El mañana, será mañana.


Saludos y buen provecho.




P.D: "Horas despues": HOSTIA, me acabo de enterar que el Valencia está perdiendo. Vaya mierda de jugadores, los ponía a trabajar 6 meses de verdad. A buscar curro en la obra con la cuenta pelá, la hipoteca y la familia a la espalda.