Hola, esto es un intento de vuelta. Es difícil volver.
Entre el tiempo disponible y las redes sociales la visibilidad será prácticamente nula pero lo cierto es que poco importa. Hay gente mucho más interesante que yo a día de hoy. Muchas más pieles sensibles que en 2006 cuando inicié el proyecto. La política ha prostituido nuestras mentes y opiniones. Hoy me siento menos libre que hace ya 17 años. Ya no hay matices parece que la gente está alienada y abducida por los ideales con los que nos bombardean a diario, redes sociales y medios de comunicación. Parece que ya nadie tiene opinión propia. Hastío? Cansancio?...
Lo cierto es que la degeneración político y social no tiene límite. Utilizan la poca formación de las últimas generaciones para tergiversar la historia, las ideas y las opiniones como principal arma.
Lo cierto es que nadie soluciona los verdaderos problemas que nos afectan. Están preocupados por sus egos, por sus luchas internas y con el contrario, preocupados por pasar a la historia como salvadores de una sociedad enferma e involucionista.
Más me recuerda al síndrome de Münchhausen, enfermar a alguien para después curarlo y así sucesivamente.
Eso no es evolucionar propiamente dicho. Si, han habido mejoras sociales, pero a costa de la división y el enfrentamiento. Está táctica no es útil, la integración tiene que ir aparejada a la fusión social donde se acepte a cada uno como es, no crear burbujas e intransigencia entre unos y otros.
Se ha implantado un fascismo político en todo el abanico ideológico que sinceramente me produce agonía.
Todo se etiqueta, y ahora una etiqueta ya no es un elemento de búsqueda en los navegadores. Las etiquetas se han convertido en sentencias. Esto es una perdida de libertad. Cualquier mindundi te juzga y a continuación... etiqueta. Juzgado y condenado. Asqueroso por donde se mire.
Espero que algún día se vuelva a la reflexión y a la opinión libre sin miedo a ser etiquetado, o sea, juzgado y condenado con un click.
Saludos.
