Hola, navegando a altas horas de la madrugada por la red, me he encontrado con esta curiosa noticia.
No he podido evitar acordarme de Piolín y Silvestre. Y por supuesto, de su famosa frase:
“Me ha parecido ver un lindo gatito”
Lo cierto, es que no se si pensaran lo mismo los anciano-piolines de este geriátrico de Rhode Island (CHICAGO). Al fin y al cabo, Piolín está en su jaulita y los ancianitos también.
El caso es que, cuando el gato visita a un enfermo los médicos se ponen en guardia. A las dos horas “ma o meno” el ancian@ en cuestión lanza su último suspiro.
Imagino cómo debe cundir el pánico, cuando el dulce animalito de mal agüero aparece. Imagino también que a estas alturas el geriátrico debe apestar a AJO y estará lleno de crucifijos. El sacerdote estresado, confesando día a día a cada residente y entre medias repartiendo la “extremaunción”. Por supuesto que cuando aparezca el gato, el cura desaparecerá. Ya lo dice el refrán “cura precavido vale por dos (je, je, je)”
Seguro que el C.S.I al mando de Grissom, debe estar haciendo todo tipo de análisis para involucrar a los herederos. Parece ser, que las aseguradoras lo quieren contratar para que les dé el paseíllo a los futuros asegurados. Promete ahorrar un montón de “pasta” en primas.
Os pongo la foto del susodicho ¿LINDO GATITO?, no os crucéis con él. Parece ser más peligroso que un gato negro.
Por si acaso llevad un vaso de agua para defenderos. También dice el refrán que “Gato escaldado, del agua fría huye”
No obstante, si tropezáis con él, tenéis dos horas para personaros en URGENCIAS del centro sanitario más próximo.
Como dije en cierta ocasión “Chalú y Chuerte”