14 febrero 2009

QUE PENA, PENITA, PENA.

Otro episodio lamentable protagonizado por la estrella de las estrellas de nuestra judicatura. EL SUPER-JUEZ GARZON.

Un episodio, el de la caza, que me recuerda a la época franquista y que viene a demostrar la poca categoría profesional y personal que posee. Del mismo plato se sirve el ministro de justicia Mariano Fernández Bermejo. Como cargos públicos de relevancia deberían guardar, como poco, las formas. Uno debería dimitir y el otro ser recusado. Aunque, quien sabe, igual a mitad de proceso se vuelve a declarar incompetente. O a lo mejor si siguen cazando, con suerte a alguien se le escapa un tiro, ¿o a ustedes también les pescan las truchas?

En cuanto a la otra parte PP y corte, se quejan de que es una campaña orquestada por las elecciones que se aproximan. Personalmente comparto la idea, pues ambos partidos basan sus políticas en zancadillearse constantemente olvidando que sus obligaciones para con nosotros son otras.

En cualquier caso me parece muy bien que salgan a la luz todas las golferías y golfos, sean del partido que sean. Si el PP o en su caso sus miembros hubiesen actuado de una forma correcta y honrada, pensando más en nosotros que en su enriquecimiento personal, ahora no tendrían que enfrentarse a estas investigaciones.

Lo más triste, es que después de los numeritos a los que nos ha acostumbrado la Justicia española desde Aznar a nuestros días, su fiabilidad e independencia están en entredicho. Con esta imagen, la decisión final, sea la que sea, no contentara a nadie o al menos dejara muchas dudas en el aire.

Otro individuo que debería dimitir, o deberían cesar por demostrar su poca preparación para el cargo que ocupa es el Gobernador del Banco de España, es Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Qué clase de conocimientos tiene este “señor”, para pedir “la urgente eliminación de las indemnizaciones que pagan las empresas a los trabajadores que despide. En su opinión, estos recursos deberían dedicarse a inversiones y a incrementar la productividad”. Esto es una burrada insostenible en sí misma.

Resulta que los que menos culpa tenemos de la crisis, los trabajadores, somos los que tenemos que pagarla.

Porque no pide que metan en la cárcel a los consejos de administración de los bancos, de las entidades financieras, de inmobiliarias y de muchas empresas que cotizan en bolsa, así como a muchos empresarios que por su mala gestión nos han abocado a la crisis. O que restrinjan el pago de dividendos y usen parte de los mismos para refinanciar sus empresas.

Señor Fernández Ordoñez usted carece de vergüenza, usted debería estar en “la puta calle” con la prestación mínima de desempleo. Vaya Gobernador para el Banco Nacional de un país. Usted pertenece a la vergüenza Nacional.
Parafraseando a alguien le diría VAYASE SEÑOR FERNANDEZ, VAYASE. Es más, si no fuera quien soy y la línea de mi blog sea guardar una mínima corrección, le diría que me parece un Hijo de la Gran Puta, pero no le daré el placer, prefiero hacer gala de la educación de la que usted carece.

Se me quedan muchas “perlas” en el teclado, pero tranquilos seguiré dando a diestro y siniestro. Seguiré aunque el peso de mi opinión, sea cero, pero al menos mi conciencia quedara tranquila.

Volviendo a parafrasear: QUE PENA, PENITA, PENA.
Saludos.