Iba a ser un día normal me levante pronto para ir al instituto, sobre las 7:30, las clases transcurrieron de forma normal. Tenía 17 años y mi preocupación por aquellos tiempos era sacar las mejores calificaciones posibles. Aprovechar las clases era garantía de poder disfrutar los fines de semana, mi segundo objetivo.
La preocupación de mis padres era bien distinta. La situación económica del país era complicada, durante la transición muchas empresas habían cerrado y la conflictividad laboral era altísima. La amenaza del paro era tan real como ahora, de hecho mi padre había pasado por la oficina de desempleo y gracias a su prestigio laboral consiguió salir de la cola del paro. Como ahora, para poder comer y afrontar los gastos de una familia en muchas ocasiones el trabajo era sumergido o bajo unas condiciones leoninas.
La comida transcurrió con tranquilidad aunque imagino que en la mente de mi padre no habría mucha. Como siempre teníamos la costumbre de ver el Telediario y comentar las noticias. Aquel día el tema principal era la votación para investir a Leopoldo Calvo-Sotelo presidente de un nuevo gobierno tras la dimisión de Adolfo Suárez, el resto de las noticias giraban sobre la crisis, las acciones asesinas de ETA y algunos movimientos de descontento dentro del ejercito. Estas causas habían motivado la dimisión de Suárez.
Mi padre iba a visitar a un cliente en Torrente y yo volví a las clases de la tarde.
Recuerdo la sirena del final de la ultima hora, tenia ganas de llegar a casa hacer las tareas y por fin dedicarme a oír música o a leer un rato. No imaginaba que el destino nos iba a deparar una tarde muy distinta a lo deseado.
Llegue a casa y lo primero que hice fue merendar. Después en la salita de casa me dispuse a estudiar, como siempre con la radio de fondo. Serian las 18:30 cuando empezaron las votaciones. Al rato la voz del locutor cambio radicalmente lo que atrajo mi atención. Era entrecortada y fatigada, algo estaba ocurriendo. Las frases todos las sabemos: “Un teniente de la Guardia Civil acompañado de unos números esta entrando en el hemiciclo…”, “Todo el mundo al suelo”, disparos de pistola y alguna ráfaga de ametralladora, “Apaga eso o te mato” se oyó decir a un Guardia a uno de los técnicos.
Recuerdo que tenía en la estantería un ejemplar de la constitución, aquella que repartieron entre los españoles cuando su aprobación en referéndum, la cogí y espete “¡Vaya mierda!, si que has durado poco y allí la deje caer”
Luego: “Mama, mama, VEN”, le conté lo ocurrido. A continuación mi madre localizo a mi padre en la tienda de su cliente. Escuchando a mi madre pude entender que ellos no daban crédito a lo que ella les contaba. No me extrañaba yo lo había oído en directo y tampoco podía creérmelo. Lo que había comenzado como un mero tramite parlamentario no sabíamos como iba a terminar.
Acto seguido mi madre me ordeno acompañarla al “ultramarinos” de bajo de mi casa. Y aquí viene lo que mas me quedo marcado de aquel nefasto día.
Apenas media hora de lo sucedido y las estanterías ya estaban medio vacías. Mujeres y hombres corrían por los pasillos en busca de alimentos que almacenar. El miedo estaba en el rostro de todos, casi diría el pánico. La sombra de la Guerra Civil volvía a ocupar la mente de todos, el hambre y la muerte parecían acecharnos a todos. Todos independientemente de su ideología política tenían MIEDO.
Por eso me da ASCO cuando nuestros políticos intentan resucitar aquellos fantasmas en pro de sus intereses. Están jugando con el miedo y el sufrimiento que los españoles padecieron. ES RUIN Y RASTRERO. Además inculcan y fomentan el odio entre las generaciones que nada de aquello vivieron. Siempre que llegan unas elecciones Franco es resucitado y nuestros políticos se convierten en vulgares terroristas utilizando el MIEDO como arma. Eso ES TERRORISMO DE ESTADO.
Yo vi aquellas caras y no las podré olvidar nunca. Solo espero que mis hijas no las tengan que ver nunca.
A los pocos minutos de volver con el avituallamiento llego mi padre. Ordeno bajar las persianas y prohibió que nos asomáramos a las ventanas bajo ningún concepto. “El toque de queda” no era ninguna broma.
Cenamos muy poco pero no por el racionamiento, la verdad es que Tejero nos quito el apetito.
Recuerdo que me acosté muy tarde escuchando el “transistor” esperando los partes que de vez encunado nos ponían al día. Era poco tranquilizador saber que en Valencia los tanques estaban en las calles, en el puerto y en el aeropuerto. Mi madre cayo rendida en el sofá y allí paso la noche, mi padre a su lado velo nuestro sueño sin despegarse del transistor.
Afortunadamente con el amanecer todo se fue arreglando y la estabilidad se fue restableciendo. Algo parecía haber cambiado, “rojos y fachas” habíamos vencido a otro “levantamiento” sin derramar ni una gota de sangre. Tristemente a fecha de hoy parece que no hemos aprendido nada.
Hoy en día muchos hemos dejado de creer en las ideologías, las vemos como demagogia orientada a esclavizar voluntades y nublar la razón. Dividir en mundo en blanco y negro supone haber avanzado muy poco. Nada ni nadie tiene el patrimonio de la verdad o empezamos a mezclar colores o nunca nos acercaremos a ella.
Así fue como viví y recuerdo ese 23 de Febrero 30 años después.
12 comentarios:
¡Jopé! Yo era algo más joven y no me afecto ni una centésima parte que a ti. Yo, como siempre y hasta ahora, en mi mundo.
Se nota que estos sucesos se quedan grabados en la memoria para siempre; yo sólo he podido conocer los hechos a través de estudiar la historia y de escuchar experiencias como la tuya de parte de mis abuelos, padres y conocidos, puesto que este año cumplo 28 años y por ese entonces aún no había nacido.
Me alegro de poder conocer tu vivencia, ten por seguro que la conservaré junto a las demás.
¡Un abrazo!
Haberlo vivido tan de cerca marca. Yo en mi inconsciencia lo vivi casi a posteriori, pero coincido contigo en que están manipulándonos a costa de aquella situación.
Saludos
Realmente son recuerdos desagradables que no se deberían de repetir.
A mí, me pilló recién metido en la hipoteca de la casa y pagando las primeras mensualidades de los muebles. No te puedes imaginar las historias que me pasaron por la cabeza aquella tarde y aquella noche.
Fue una mala experiencia que no se la desearé a nadie.
Un abrazo y felicidades por el merecido premio.
Si chic@s es la primera vez que he relatado aquel día después de 30 años para que los que sois mas jóvenes tuvierais una versión distinta y mas personal a lo que se ve en la televisión. Esta nos enseña lo que nos quieren enseñar y tal vez con esta experiencia los que no lo vivisteis os permita reflexionar sobre este echo sobre lo que supuso y lo que pudo suponer.
Gracias Mayo e igualmente felicidades a ti.
Un abrazo a tod@s.
Yo creo que lo pasé estudiando.. y no me enteré mucho.. si siento que era joven.. y que la fuerza me acompañaba, ja, ja, ja
gracias por pasarte por mi rincón, y dejar un comentario,
puedes decirme a que premio te refieres que no tengo ni idea...
es el de Európides???
imagino que si..
Un beso y un saludo
Viva la libertad :) Yo acababa de nacer y estaba en una cuna, pero obviamente me alegra haber podido crecer en un país mejor que el que unos cuantos querían apresar.
Saudos :)
Transcribo ésto literal porque "chapeau" pienso lo mismito: "...Por eso me da ASCO cuando nuestros políticos intentan resucitar aquellos fantasmas en pro de sus intereses. Están jugando con el miedo y el sufrimiento que los españoles padecieron. ES RUIN Y RASTRERO. Además inculcan y fomentan el odio entre las generaciones que nada de aquello vivieron. Siempre que llegan unas elecciones Franco es resucitado y nuestros políticos se convierten en vulgares terroristas utilizando el MIEDO como arma. Eso ES TERRORISMO DE ESTADO...."
Te contaré que yo nací el 23F de 1969. Aquel día al llegar del colegio a la hora de comer recuerdo que en TV solo daban dibujos animados, jo que contenta me puse pero mi padre estaba muy serio ¿por qué? si además era mi cumpleaños. La alegría duró unos escasos minutos, solo hasta que dieron el siguiente avance de noticias. Unicamente recuerdo la cara de preocupación y super seria de mi padre, como si estuviera muy enfadadísimo pues no hablaba y había que prestar mucha atención a aquellos informativos. Me daba más que respeto, diría que miedo. Yo no entendía nada (cumplía 12 años) pero sabía que algo muy gordo estaba sucediendo, jamás olvidaré la cara de mi padre de aquel día.
Enfin que vaya suerte que no prosperó ese golpe y a ver si hay suerte y la historia no se repite porque la situación actual aporta muchos ingredientes para ello.
Un saludo.
La verdad es que yo no lo viví, yo soy de esas nuevas generaciones que tuvieron suerte. Que vieron ya la tv en color y casi con nosotros nació internet. Me gusta leer relatos, recuerdos como el tuyo que ilustran muy bien para personas como yo que no lo vivimos, lo que fue y significo ese día.
Un Saludo Compañero.
Por cierto, en ese momento tenías un año menos que yo. Espero que como te sucedió a ti, esta crisis que nos afecta a todos pase lo más rápido posible.
Hola Estrella, si me refiero al premio de Európides y por lo que he visto muy merecido. Suerte ser tan joven, jajaja.
Que suerte Explorador estabas en el mejor sitio posible.
congarmor vaya forma de joderte el cumpleaños, esperemos que no haya otro igual aunque como dices todo esta demasiado revuelto. Al menos el ejercito y no es lo que era por aquel entonces.
German por eso después de 30 años lo he relatado para que jovenes como tu podais formaros una opinión propia sin que se os engañe según el medio que lo cuente. Hoy en día cada uno lo cuento según el gusto de quien les paga.
Gracias por vuestros comentarios. Saludos.
Por mi edad no tengo recuerdos de ese día, pero ha sido emocionante leer tu relato. He leído o escuchado varios de ellos y parece que se quedó grabado en fuego en vuestras mentes.
Saludos.
Sí Andrés fueron sensaciones desconocidas, en las que los mayores marcaban las directrices sobre lo que hacer. Algo aprendimos y ojala no haga falta hacer uso de ello.
Saludos.
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