Cuando estamos en pleno lío con la dichosa reforma del Plan de Pensiones y Jubilación. El necio del ministro Corbacho se descuelga con unas declaraciones más propias de Fraga Iribarne que de un ministro de izquierdas.
Nos aconseja a los españoles, como si fuéramos idiotas, que nos hagamos un plan privado de pensiones. No hace falta que venga un ministro de dudosa capacidad para potenciar un producto privado.
Conozco a muchos que hace tiempo, yo uno de ellos, suscribimos uno y al tiempo lo tuvimos que dejar. Con los sueldos de la mayoría, incluso una aportación minima nos supone un quebranto económico para llegar a final de mes. Pero claro, ellos, con sus sueldos parece que no pueden entender a los pobres desgraciados que les votamos.
Están tan lejos de la realidad, que no se cortan ni un pelo en sus declaraciones. Duran i Lleida declara que aporta “simplemente” 600 € al mes a su plan de pensiones. Vaya gilipoyas debo estar hecho, yo empecé con una mierdecilla de 30 pavos y acabe dejándolo
Barreda tiene un plan de pensiones de 7000 €.
Que decir de Zapatero, cuyo cargo de presidente del gobierno le asegura una pensión vitalicia. El, pretende quitarse de encima a “las viudas de corta duración” con una simple indemnización. Me pregunto que ocurrirá si la viuda vive más años que le dure el dinero.
Además, las Cortes Generales contemplan un complemento de jubilación que garantiza llegar a la pensión máxima habiendo sido diputado o senador un mínimo de once años. También hay un Plan de Previsión Social al que se destina el 10 por ciento de la asignación constitucional que reciben.
Resumiendo que es normal que con el culo bien salvaguardado, poco les importe la suerte que corramos los demás. Esto me recuerda al cuento aquel, en el que un rey se vestía de mendigo y salía a la calle a conocer la realidad de sus ciudadanos.
Como dice el refrán, actúan nuestros políticos “ande yo caliente, jodase la gente”. Nótese que he añadido una ligera modificación de mi cosecha, que en nada desvirtúa su sentido.
Saludos.