Hola a tod@s, hoy vuelvo a mi más puro estilo. Si estoy cabreado con los últimos acontecimientos.
En especial, mi mayor mosqueo es con la mayoría de la gente. Por la falta de civismo, solidaridad y ¡POCO CEREBRO! (nótese en mayúsculas, o sea gritando)
Voy a empezar con una aclaración básica, “una huelga, no es una guerra”. Una gran mayoría, haciendo uso del trozo justito de “sesos” del que disponen debajo del cráneo, hay caído presas del pánico.
Apenas se anunció la huelga del transporte, casi todos como locos a abastecerse de lo imprescindible para sobrevivir. De esta forma, nos situamos en las cotas más bajas de insolidaridad y miseria que pueda demostrar el ser humano, “quitarle el alimento a los demás”
¿Qué se ha conseguido con esta reacción desorbitada?, NADA.
Bueno algo si, y nada de ello bueno. Entre otras cosas, una nueva subida de todos los productos básicos. Nos va a pegar una subida el IPC, que si que nos vamos a “cagar encima”. Y todo por gilipollas.
Vamos a conseguir que la normalización de la situación sea más compleja y tardía y todo por gilipollas.
Puedo entender a los abuelitos por aquello del “síndrome de la posguerra”, ¿pero a los más jóvenes?. Esto demuestra, que los pecados capitales siguen en pleno auge. Y lo peor es que florecen sin que pase nada grave. He visto la avaricia del vecino, he visto lo de “maricón el último”. Y me ha dado VERGÜENZA el comportamiento colectivo de un país del primer mundo.
Me ha dado un triste complejo de superioridad. Triste porque es mejor que todos seamos más sensatos a sentirse superior por no llegar a ser tan gilipollas.
Ahora imaginaros que realmente ocurre una catástrofe y como os comportaríais. Espero que no ocurra.
Además mirar que poco cerebro, ir al supermercado y veréis que no hay, leche, pollo, carne en general, pescado, frutas, vegetales…pero jamones están casi todos. El jamón, se mantiene fuera de la nevera, no se echa a perder, con la grasa puedes hacer jabón y con el hueso un buen caldo, y es que hay que ser gilipollas para encima no saber comprar.
Por Dios, hasta el agua mineral. Hasta qué grado de imbecilidad hemos llegado que no podemos beber agua del grifo. ¡Ufff!, a ver si voy a tener comida para no pasar hambre y “no puedo beber agua mineral” que sufrimiento Mari. GILIPOLLAS.
La mayoría dentro de unos días, la mitad de lo comprado, a la basura. Que se jodan los avariciosos y los insolidarios. Ahí veréis la verdadera calidad de las personas.
Bueno yo me he cogido una botellita de ron y una Coca Cola, para “acordarme” de tanto deficiente mental, no confundir con disminuidos síquicos que no tienen nada que ver en este caso.
Bueno que se aplique la bronca a quien le corresponda.
En cuanto a la huelga, me “cago” en su derecho a defender sus derechos y que pisoteen los míos. Son muchos los trabajadores que no ganan para vivir y no van a pedirle al gobierno que les paguen la luz, el agua o el transporte para ir al trabajo. No se puede chantajear a un país al completo, si no les gusta su trabajo, que lo cambien como hace todo hijo de vecino.
Ahora señor Solves, dígame que hay desaceleración. ¿Cuál era la previsión del IPC?, ja, ja, ja. Jugamos a adivinos, sin trampas botamos el 6.1.
No nos equivoquemos, las mejoras de los transportistas las vamos a pagar nosotros en los productos que consumamos, aparte de la subida de la carencia de productos por tanto gilipollas.
Si, si, la culpa la tiene el petróleo y más cuando en la última reunión de ministros de la CmE (Comunidad de mierda Europea) se han negado en pleno a rebajar el IVA que aplican a los hidrocarburos. Y como siempre, la solución, “moderación salarial”. Mire señor ministro dígale a sus colegas que se vayan todos a “la mierda”, usted incluido.
Y para rematar la faena de la SEMANITA, “JORNADA LABORAL DE 65 HORAS A LA SEMANA”. ¿Donde narices, (por no decir cojones) están los SINDICATOS? ¡AH! Si cargando las neveras de productos perecederos y agua mineral.
De un plumazo al siglo XIX.
La pena es que no me he podido desahogar a gusto, si no me bannea hasta Google.
Adios y hasta pronto y recordad “a la próxima comprar un jamón”. Alguien dijo: mientras en España hayan cerdos, el pueblo español no pasara hambre.
