DONACION DE ORGANOS CON NOMBRE Y APELLIDOS
Hola de nuevo, mañana seguiré con la crónica electoral, hoy me voy a descansar. Las 16 horas de trabajo en la mesa electoral me dejaron ciertamente cansado.
En especial imagino, que debido a que soy autónomo, no he podido disponer de esas 5 horas de descanso al día siguiente.
Solo voy a dejar una pequeña “perla”.
He oído en la radio, lo siguiente:
Una cadena privada de televisión, en Holanda, ha creado un nuevo Reality Show.
Este a mi juicio, supera a todos.
Consiste en que un enfermo terminal, elige a un receptor de tres posibles candidatos para recibir sus organos. El enfermo, en función del historial de cada participante, decidirá al afortunado. Triste forma de morir. Jugar los últimos días de tu vida a Dios y juez. Este decidirá quién debe vivir y quien debe morir. Condenar a alguien a muerte y al sufrimiento de sus seres queridos, no es un peso con el que me gustaría morir.
Se de lo que hablo, soy donante de sangre y de órganos.
Nunca me he planteado el poner etiquetas con nombre, en mis órganos o en las bolsas de sangre que me extraen cada tres meses.
Para ser sincero, en ocasiones, si he pensado en determinados individuos, a quienes no daría una gota de mi sangre. Pero aun así, sigo siendo donante.
No soy quien, para saber las consecuencias que conllevaría mi negativa. No soy dueño de mi destino, ni del de los demás. Tal vez, detrás de cada individuo que yo pueda despreciar, haya alguien que si lo merezca.
La cadena, se defiende argumentando que los tres posibles receptores tienen un 33% de posibilidades, mucho más que si fuera por los cauces normales.
Recuerdo la cara y el ánimo de cualquier concursante, en cualquier concurso, cuando pierden el premio, ya sea, un coche, dinero o un trofeo.
¿Os imagináis la cara y ánimo, de los dos perdedores? Y ¿la de sus seres queridos?
Desde luego para TERMINAR con el TERMINAL.
De momento en España, tranquilos. Las donaciones son anónimas (en general) y desinteresadas. Espero que esto no cambie.
Os dejo esta “perla” a vuestra reflexión.
Un saludo.
P.D. Mañana la segunda parte de “Crónica de unas elecciones”