LAS FALLAS Y EL INFIERNO
Hola a tod@s hoy finaliza la pausa bloguera de los valencianos, las FALLAS.
Fiestas de Valencia por antonomasia.
Muchos son los detractores de la misma, pero es porque sencillamente hay que entenderlas. Hay que vivirlas y conocer sus orígenes y su espíritu.
Habría que acudir a nuestros ancestros y al significado del cuarto elemento. EL FUEGO.
Cuando Benedicto XVI, el actual Papa, dice que el INFIERNO existe, seguro que pensó en las FALLAS.
A los valencianos no nos enseño nada nuevo.
Año tras año, los valencianos tenemos hilo directo entre el cielo y el infierno. Somos con nuestros defectos y virtudes (más defectos que virtudes) los que nos tomamos semejante bula.
En nuestros monumentos, siempre reflejamos los 7 pecados capitales, con los nombres y apellidos que en cada momento temporal existan, con el toque de sátira que aunque nos veamos reflejados seamos capaces de digerir como pecados propios.
Somos los únicos que mediante el poder purificador del FUEGO, somos capaces de enviar al INFIERNO a una parte de nosotros mismos. De nosotros mismos y de los demás.
Cuando llega el día de la CREMA, todos quedamos prendados del poder hipnótico de las llamas.
Todos quemamos parte de nuestros defectos y enviamos a los demás al fuego del infierno. Es como, si cada año tomáramos la comunión.
Con el fuego, podemos volver a pecar una y otra vez, que año tras año, nos volveremos a purificar. Que el ser humano no sea capaz de evitar sus errores, no tiene importancia mientras exista el FUEGO.
Para eso estamos los valencianos, para enviar y enviarnos al INFIERNO.
Por eso, siempre diré; que se podrá dudar de la existencia de Dios, pero nunca del Ángel de la Guarda, y tampoco del INFIERNO. Este último, es como el contenedor a donde enviar nuestras MISERIAS.
Del Ángel de la Guarda, ya hablaremos otro día, HOY NO ES EL SUYO.
Aquí os dejo algunas imágenes falleras, pero aun así tendríais que vivirlas para sentir lo que he escrito.
SI, el INFIERNO existe.
Menos mal.
Desde pequeños, todos llevamos en el corazón un artista fallero. Esta es la aportación de mis hijas a la falla del colegio. (Con la ayuda por supuesto, de su papi, o sea yo)
La barraca la indultaron (se libro del fuego, a la profe le dio pena que se quemara)
Y si es un orgullo que indulten un "ninot", no menos es que lo quemen.
Ahí se quemó la paella de la mayor...
Así enseñamos a nuestros hij@s a vivir y a entender la polvora y el fuego, con la supervisión del padre.
Esto es una falla infantil. Esta es de la sección especial, pero por pequeña que sea y de la categoria que sea, tiene el mismo valor espiritual. (Esta es de Archiduque Carlos - Chiva y adyacentes)
De esta forma acaban todas. (Crema de la falla infantil de Maestro Bellver). Otra forma de enseñar a nuestros hijos a convivir con lo efimero.
15 m. de falla, y por grande y monumental que sea, ¿como acaba?
Como nosotros y nuestro destino. En el fuego purificador.
Y para que seais participes del fuego, del infierno y del hipnótico poder de las llamas, ahí va este ejemplo.
Y recordad, alguien dijo... no se que de vuestras cenizas y en Valencia así es.
P.D. mañana tengo un premio que recoger, pero no es de mi falla, sino de mi blog. Gracias K_nelita