12 abril 2008


EL METRO EN VALENCIA

Hola a tod@s, como veréis y raro en mi últimamente no estoy hablando de política nacional, ¿para qué?, ya están los medios de comunicación. Estoy esperando para dar mi puntilla.

Hoy os voy a hablar de una nueva experiencia personal. Soy un nuevo usuario del Metro en Valencia, y como siempre cojo mi espíritu lo extraigo de mi cuerpo y lo pongo a otear la realidad.
Como es inevitable, hablo de mi realidad y como mi ¿espíritu? ve la realidad.

Me he dado cuenta que vemos mucha televisión y nos dejamos influir por influencias que no tienen que ver nada con nosotros. Parece que estemos en el metro de New York, Tokyo o London, o incluso en Madrid o Barcelona.

Tenemos unos trayectos ridículos de tiempo en los desplazamientos, y aun así nos aislamos.
Yo, ya conozco (en 15 días) que vagón cojo, quien va en él y en que parada se baja para pillarle el sitio. Y esa persona aun no me ha dicho “buenas tardes”, estoy seguro que partirá de mí, soy un tímido descarado.

Yo, tardo 22 min. en efectuar mi trayecto, y alucino o admiro, ¡no lo sé!, como en 10 min. o menos, puedes disfrutar de un libro o de una pieza musical. Dos aficiones que relaciono con momentos de relax.

Parece que todos tienen miedo en relacionarse con los demás, incluso el intercambiar miradas. ¿Será culpa del Messenger?. Recuerdo la época del “trenet” (mas o menos el metro, pero bajo tierra y usando el autobús de enlace), o del bus. Conocías hasta el revisor.
Ahora, parece que todo el mundo tiene miedo, todos buscan sus afines, incluso en el asiento, solo veo desconfianza.

Aun recuerdo sesiones de chistes en el autobús, todo el pasaje implicado y partiéndose el culo de la risa.

¡Ahora no!, todos con sus auriculares puestos, aparentando disfrutar de la música. ¡Y una Mierda!, o leyendo un mamotreto de libro, ¡por las narices!. Habla con tu compañero de viaje y veras si aprendes.

En el metro, el que oye música o lee un libro, ni le gusta la música, ni la lectura, ni la vida que transcurre a su alrededor. Solo piensa en él mismo, y ni eso, usa cualquier cosa posible para no oír sus reproches. Somos lo que somos y tenemos lo que tenemos porque sí, ¡afrontémoslo!. Y si podemos encontrar consuelo en nuestros compañeros de viaje, hagámoslo, seguro que ellos lo están deseando.

El otro día di pie a contar un chiste en el vagón y dieron la callada por respuesta, yo os lo cuento aquí, a lo mejor no estoy muy gracioso, pero el chiste lo es. (Perdón, tengo que ensayar los chistes grabados. Pero soy gracioso de la hos…tia, al menos In Person, je, je, je.)





MORALEJA: Olvida tus mp3, Ipod y demás castañas tecnológicas y recuerda que estas rodeado de seres humanos, y de ellos aprenderás lo que no será posible que te enseñen los bytes, los baudios o las zarandajas tecnologías que rulan por ahí. Ni incluso GOOGLE.

P.D. Otro día os contare mis pensamientos internos en el metro y como yo me entretengo conmigo mismo sin mp3, móvil, ni lectura, je, je, je. ¡Es mi carácter!, como dice el escorpión, pero ese chiste, os lo contare otro día.

3 comentarios:

juan rafael dijo...

El nuevo don Pío, je,je.

Anónimo dijo...

Ese es uno de los grandes problemas de la Internet y de lo que vino con ella.
Atras quedaron los dias en los cuales uno conocia a todos los vecinos del barrio, hoy apenas se conocera al del costado.

salu2

Anónimo dijo...

Me parece muy bien, pero, ¿ a quien le apetece a las 7.00 de la mañana ponerse a charlar?