En una de ellas la protagonista es la ministra de cultura Angeles Gonzalez Sinde. Parece increíble que una mujer con su curriculum pueda cometer los errores en los que ha incurrido en el articulo que hoy ha publicado “El País”, "El adversario es otro".
"Que rancia se le ve ¿no?, que vuelva De la Vega"
No entiendo como una ministra de cultura no se documenta, concienzudamente, antes de publicar una columna en uno de los diarios con mas difusión en España y referente en el extranjero.
Me voy a poner de ejemplo porque soy una persona de lo más normal, con Bachiller y un par de años en la Universidad. Antes de escribir una entrada intento documentarme en varios periódicos y oigo distintas emisoras de radio, a ser posible con líneas de opinión lo más dispares posible. Incluso contrasto la información de Wikipedia. Después de esto expongo mi opinión con mayor o menor acierto. Una vez todo estructurado en la cabeza y en Word, repaso los signos de puntuación, faltas de ortografía y leo y releo lo escrito hasta que creo que he conseguido mi objetivo, explicarme y ser entendido. Unas veces lo consigo y otras no. Pero ese esfuerzo vale la pena, creo que sin el no me seguiríais visitando.
Por eso no entiendo a la señora ministra, ni a ella, ni a otros ministr@s que nos han salpicado con verdaderas barbaridades. Esto deja claro que un cargo tan relevante no se detenta por capacidad, sino posiblemente por servilismo político y así nos va.
El caso es que la ministra intenta justificar “su ley”, que según ella “Esa ley que popularmente se conoce con el apellido de mi abuela no tiene por objeto ni controlar ni detener el progreso en la Red”, mediante ejemplos que nada tienen que ver y adapta a su antojo. Cita a Cervantes como ejemplo de la piratería al editar la segunda parte del Quijote, y lo hace contemporáneo con el invento de la imprenta aunque esta sea 150 años anterior. Utiliza a otros celebres autores como Twain o Kant para seguir justificándose. Aquí se dan algunos detalles, "El Quijote de Angeles González-Sinde"
La única realidad es que desconoce profundamente Internet y como consecuencia de ello, el miedo la embarga y parece sentirse agredida en todo momento. ¿Cómo se puede pretender regular algo que se desconoce?
El problema real es la falta de capacidad, no para regular, sino para innovar y evolucionar. Hacer compatibles el mundo de la cultura y la Red, pero el primero anclado en el inmovilismo se niega a evolucionar y su única pretensión es subyugar a la segunda a sus intereses. Por desgracia, este gobierno y sus ministros tienen costumbre de prohibir lo que sobrepasa a sus capacidades que son pocas. En alguna entrada anterior ya he hablado largamente del tema y de algunas sugerencias para eso de “no se que sostenible”
Para terminar un consejo leer el articulo de la ministra y entenderéis mis conclusiones.
Joder y a mi me avergüenza una falta de ortografía…
Saludos .