Hola a tod@s habréis observado que hace cierto tiempo que estoy menos activo en la red, casi no publico y tampoco os visito ni comento. No es que haya perdido el interés ni mucho menos, más bien tengo mas ganas por no poder hacerlo. El motivo es la salud de mi padre, con 88 años a sus espaldas es normal el deterioro de la misma.
La causa de esta última crisis ha sido la conjunción de varias causas que no detallo, pero entre ellas se encuentra la medicación.
Esto me ha hecho reflexionar sobre algunas cosas.
La primera de ellas es en relación a lo que ya comente en algunas entradas anteriores, “los recortes sin optimización no nos llevaran a ninguna solución”.
Como ya sabréis a los “crónicos” cada cierto tiempo les suministran de golpe toda la medicación para un periodo determinado. Incauto de mí pensaba que se les suministraba las dosis suficientes y que de esta forma se optimizaba el gasto por paciente, PERO NO.
Resulta que mi padre tiene una despensa de medicinas con la que al menos 7 pacientes se podrían estar medicando a la vez. Menudo gasto inútil. Recortando en servicios cuando se derrocha de manera increíble en otros. Con un sencillo programa informático sería facilísimo calcular la dosis por paciente y principio activo. Curiosamente no ha habido ningún gobierno ha soluciono este derroche sin sentido en el que todos salimos perjudicados.
Otra de las reflexiones merecería un análisis mucho mas profundo. Entre otras cosas porque entra en juego la HIPOCRESIA SOCIAL que tanto parece gustarnos.
Me hace digamos…gracia cuando se debate una LEY DE MUERTE DIGNA, con cuyo concepto estoy de acuerdo, mientras olvidamos algo que seria mucho mas útil y provechoso como UNA LEY DE VIDA DIGNA. Concepto del cual nos alejamos día a día de una forma dramática.
Otra mentira mas sobre la que he reflexionado es la tan cacareada ESPERANZA DE VIDA de la que tan orgullosos estamos. Todo química, pura química. La realidad es que la vida de nuestros ancianos esta en manos de la QUIMICA. Esos cocktails, casi imposibles, de pastillas que solo los médicos son capaces de hacer, son la verdadera esperanza de vida. Si no dispusiéramos de esos servicios sanitarios, no nos engañemos, nuestra esperanza de vida no distaría mucho de la de cualquier país del tercer mundo. Si a cualquier anciano le retiráramos sus 14 pastillas diarias en pocas horas o días fallecerían. Ahora viene la pregunta irremediable. ¿Vale realmente la pena?, la verdad me asaltan las dudas. Vivir así… para que y por que, donde esta la CALIDAD DE VIDA, alargar la agonía… ¿con qué fin?
QUIERO UNA LEY DE VIDA DIGNA, y de muerte también. Ya se supone que Jesucristo sufrió por nosotros, además no tengo vocación de Santo. Prefiero palmarla sin sufrimiento.
Bueno ahí queda lo escrito, breve por falta de tiempo pero mucho en lo que reflexionar a fondo. Ahí queda lo escrito para vuestra propia reflexión.
Saludos a tod@s.
P.D.: Un agradecimiento especial para mi mujer que siempre esta ahí cuando la necesito.